jueves, 28 de noviembre de 2013

KEYNES FRENTE AL ACUERDO DE BRETTON WOODS

Por Dr. OMAR ALBERTO CORREDOR, Abogado y Asesor Corporativo del GRUPO CATALA ONGS Asesoramiento Corporativo-Catalunya-España.-
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Ante la Conferencia de NEW HAMPSHIRE, Estados Unidos, en el Complejo Hotelero "BRETTON WOOD", celebrada en julio de 1944, un año antes de terminar la Segunda Guerra Mundial, el economista británico J.M. KEYNES, presentó a la consideración de dicha Conferencia, un Plan o Diseño para la unificación monetaria, que comenzaría con la creación de un Organismo Internacional de Compensación Monetaria (INTERNATIONAL CLEARING UNION), que sería capaz de emitir una moneda internacional (BANCOR), vinculada a una CESTA DE MONEDAS FUERTES, y canjeables en la moneda local de cada país miembro de esa organización internacional, por medio de un cambio fijo.

A través del ICU, los países con excedentes, financiarían a los países deficitarios, mediante una transferencia de sus excedentes, y de esta manera se tendría la ventaja comparativa de hacer crecer la DEMANDA MUNDIAL; y de evitar la DEFLACIÓN, que venía perjudicando a la economía de países periféricos, que tuviesen problemas en su balanza comercial; y lo cual redundaría en beneficio de todos los países miembros de la organización.  La clave o llave maestra de esta propuesta, era que los países acreedores y los deudores, estarían obligados a mantener una BALANZA COMERCIAL EQUILIBRADA; y en caso de incumplimiento, a pagar intereses sobre las diferencias; e igualmente dependerían de las medidas tomadas por los gobiernos locales, para mantener una CUOTA CERO. 

El Plan era considerado, altamente democrático, y esencialmente equitativo, y podríamos agregar, ético; ya que los intereses comerciales más poderosos, no podrían distorsionar la BALANZA COMERCIAL; y los ciudadanos de un país, cuyo sector productivo presentare evidentes fortalezas, no perderían los resultados materiales y beneficios de sus esfuerzos, por causa de una exportación ininterrumpida de aquellos productos que fabriquen. Este equilibrio comercial, permitiría paliar los efectos adversos en caso de una recesión de naturaleza global.

HARRY DEXTER WHITE, economista estadounidense, era el encargado de coordinar la propuesta del gobierno norteamericano, ante la Conferencia; y quien postuló la adopción del DOLAR, como patrón monetario internacional; además de la creación de dos instituciones financieras, que se encargarían de la vigilancia y el control de ese mecanismo de unificación monetaria: El BANCO MUNDIAL y El FMI.   Como ya lo registra ampliamente, la historiografía de aquellos acontecimientos, esta última propuesta, fue "aprobada" por los 44 países asistentes a la reunión, "monitoreádos y digitados" por los  Estados Unidos, como anfitrión de la Conferencia, que era para aquel momento, la única potencia hegemónica del mundo. Surgía de esta manera, el tristemente célebre ACUERDO DE BRETTON WOOD, que iría a regular las relaciones monetarias hasta nuestros días. 

Ahora bien, pasadas tres largas décadas, de aplicación inmisericorde de este ACUERDO, durante el año 1971, y bajo el grotesco escenario de la GUERRA DE VIETNAM, se produce la "QUIEBRA DEL SISTEMA DE BRETTON WOOD", en virtud de que los Estados Unidos, comenzó a realizar grandes transferencias de recursos para financiar, aquella guerra, descomunal y asimétrica, que se extendió a otros países de la región asiática, como LAOS y CAMBOYA, lo que provocó el primer déficit comercial del siglo XX; y motivó a los países europeos, a refugiarse en otras monedas, que presentaban una mayor fortaleza; y fue así, como los europeos iniciaron el cambio de sus divisas locales, en marcos alemanes y en francos suizos, y en lingotes de oro monetario y no monetario, para salvaguardar su balanza comercial. Así las cosas, el entonces Presidente de Estados Unidos, RICHARD NIXON, "decretó" la muerte virtual del Sistema, al no permitir la convertibilidad del DOLAR al ORO; y fijar, "arbitrariamente", un impuesto del 10% a las importaciones a EE.UU. para "salvar" la balanza comercial de su país. En otras palabras, aquello que fue el PENSAMIENTO y LA FE de todo el andamiaje monetario internacional, que presagiaba una larguísima vida para el Sistema Monetario Internacional, creado al abrigo del ACUERDO DE BRETTON WOOD, es hoy día, iniciándose un nuevo milenio, simplemente POLVO y CENIZAS.  El continuo DESPLOME de la economía norteamericana, motivado a una arbitraria y errática política de hegemonía en el manejo de los ingentes recursos financieros; a la des-regularización de los mercados; a los frecuentes "impagos" de su deuda pública; a su déficit fiscal y a la enorme deuda acumulada durante décadas; a la implosión de las burbujas financieras e inmobiliarias durante el año 2007; a la emisión anarquista e inorgánica de moneda, en claro detrimento de la confianza y de la fortaleza de un sistema que se obligó a mantener; y que trajo como una consecuencia inmediata y directa, las terribles secuelas que estamos presenciando con la CRISIS GLOBAL; motivó fuertemente a CHINA y a otras naciones de economías emergentes, a deslastrarse de ese sistema, buscando refugiarse en otro mecanismo de unificación monetaria; y ello, está dando píe a la creación de una CESTA DE MONEDAS, para anclar el cambio, en un sistema que demuestre una mejor fortaleza y un mayor grado de confianza.

Recientemente, los países integrantes de bloques regionales, como el BRICS (BRASIL, RUSIA, INDIA, CHINA Y SUDÁFRICA); como el ALBA (VENEZUELA, ECUADOR, BOLIVIA, NICARAGUA, CUBA, MARTINICA, e ISLAS DEL CARIBE ORIENTAL), y MERCOSUR (ARGENTINA, BRASIL, URUGUAY, PARAGUAY y VENEZUELA) están buscando aceleradamente mecanismos de canje de sus monedas locales, en monedas de cuenta o en cestas de monedas, con la finalidad de proteger sus relaciones de intercambio comercial, y precaver la constante debilidad experimentada por el Dolar, como patrón monetario internacional, y para evitar la contaminación de sus activos tóxicos y altamente vulnerables a la crisis letal que hoy está agobiando al mundo civilizado y a la humanidad. 

Ante esa terrible DEBACLE, cabría preguntarse: ¿ PODRÍA ADOPTARSE, EN LA BÚSQUEDA DE UN NUEVO MECANISMO DE COMPENSACIÓN MONETARIA, LA FORMULA POSTULADA EN SU MOMENTO, POR KEYNES, PARA CREAR UN NUEVO SISTEMA QUE PRESERVE LA BALANZA COMERCIAL DE LOS PAÍSES DE ECONOMÍAS EMERGENTES?. EL TIEMPO, COMO RÁPIDO SAQUEADOR DE LAS COSAS CREADAS, TIENE LA ÚLTIMA PALABRA¡¡¡¡

NOTA: ESTE ARTÍCULO APARECERÁ EN DOS REVISTAS ESPECIALIZADAS, PRÓXIMAMENTE, Y SERA TEMA DE DISCUSIÓN EN LOS FORMATOS DEL FORO BARCELONA 2014.-


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